17 oct 2023

Bucket List

 A veces parece que las cosas se dan porque se está acabando el tiempo. Sin querer, todo se alinea. 

22 sept 2020

Las frases que tu jefe nunca debe decir y las que le gustaría escuchar siempre

[Este es un post reciclado, un copy paste de 2 artículos de Gestión de hace muchos años] 


Las frases prohibidas: 
Aunque la intención del superior podría ser la de mejorar las cosas para el equipo, una frase imprudente podría propiciar que la situación empeore. Por lo tanto, hay comentarios que el jefe solo debería ahorrarse. Algunas observaciones efectuadas por los jefes podrían ser contraproducentes, por lo que la mejor estrategia es simplemente ‘morderse la lengua’. Estas son, de acuerdo al portal INC, las 16 frases prohibidas: 

1. “Siempre lo hemos hecho de esta forma”. Esta no es la actitud adecuada ante una alternativa de solución. Solo es la razón que podría brindar un jefe para evitarse la tarea de repensar en una situación. Así no logrará innovar. 
 2. “Sólo resuélvelo.” Con esto el jefe solo se quitará un peso de encima, pero lo pondrá en las espaldas de otro. La labor del superior inmediato consiste en orientar a sus empleados, cuando éstos tienen dudas acerca de cómo hacer las cosas. 
 3. “No tengo tiempo para esto.” Puede ser frustrante cuando los empleados ejercen presión, pero la función principal del jefe es asegurarse que sus subordinados puedan encargarse de sus propios trabajos y, para conseguir esto, debe encaminarlos. 
 4. “¿Crees que estás estresado?” Si el superior instaura en su equipo una suerte de competencia para ver quién anda más estresado, sin duda, está poniendo en riesgo la fortaleza mental de sus colaboradores. 
 5. “¿Es esto lo mejor que puedes hacer?” Un empleado jamás se sentirá bien al escuchar estas palabras. Es necesario usar tácticas de motivación verdaderamente eficaces. 
 6. “Hazlo cómo te digo.” Es posible hacer esta observación con niños, pero los colaboradores necesitarán saber el “qué”, “por qué” y “cómo”. 
 7. “Siento interrumpir tus vacaciones, pero…” Si algo va mal, mientras que un empleado está de vacaciones, el jefe solo debe atribuírselo a su pésima planificación. 
 8. “Tu predecesor hizo un mejor trabajo.” Este es un comentario demasiado tonto. El jefe solo logrará que el colaborador se sienta mal y reducirá, por ende, las posibilidades de que incremente su rendimiento, al menos, en ese momento. 
 9. “Tienes suerte de tener un trabajo.” Al oír esto, los mejores empleados comenzarán a buscar un trabajo diferente, donde se sientan más valorados. Esto puede ocurrir, igualmente, con los trabajadores promedio. 
 10. “Esa idea es tonta.” Un comentario de este tipo, sobre todo cuando se menciona durante una sesión de lluvia de ideas (brainstorming), solo propiciará que, en adelante, el colaborador prefiera quedarse callado antes ofrecerle otra idea. 
 11. “Estás haciendo un trabajo pésimo.” Cuando los empleados están naufragando, el jefe tiene que tirarles una cuerda, no insistir en que están a punto de ahogarse. En otras palabras, se trata de motivarlos, no de hundirlos. 
 12. “Te veo guapo/a hoy.” Aunque el superior pueda decir esto con buenas intenciones, será mejor que no se arriesgue a que sus palabras sean interpretadas de manera negativa. 
 13. “¿Qué te pasa? (en referencia a un error laboral).” El profesional podría tomarlo como algo personal. Un comentario así podría enfríar una relación de trabajo. 
 14. “¿Por qué eres tan vago?” La crítica debería abordar aquellas conductas que la persona necesita cambiar, no temas de carácter o personalidad. 
 15. “Sabía que fallarías.” Si el jefe sabía que el empleado cometería un error, ¿por qué le asignó entonces ese proyecto? En este caso, el superior necesita conocer los beneficios de la delegación efectiva de responsabilidades. 
 16. “Te lo dije.” Si el jefe era consciente de que el empleado quería hacer algo de una manera que no funcionaría, es precisamente el superior el que debería responsabilizarse de las consecuencias. 

  Las frases encantadoras (para recibir de los colaboradores) 
A los superiores les agrada enterarse de buenas noticias, les fascina aún más saber que sus empleados son innovadores y no dudan en tener iniciativa para poner en marcha algún proyecto interesante. Conoce a continuación las siete cosas que más le gustaría escuchar a tu jefe, para que así sepas cómo comunicarte de una mejor manera con él en el día a día, de acuerdo a Forbes. 

 1. “Ya está acabado el trabajo” Si no le comunicas a tu jefe que ya has acabado la tarea, puede pensar que aún quedan cosas pendientes. Es mejor tranquilizar a tu superior diciendo que ya está solucionado el trabajo. 
 2. “Traigo buenas noticias” Ser fuente de buenas noticias siempre es algo positivo. A tu jefe siempre le gustará escuchar a alguien portador de cosas buenas para la empresa. 
 3. “Yo lo hago, no hay problema” Seguramente tendrás un montón de compañeros que se quejan cada vez que le asignan una tarea. Tu jefe estará cansado de que le pongan reparos para no realizar algunos proyectos. No seas de esos, intenta estar siempre disponible para ayudar. 
 4. “Estoy arreglando el error que cometí” Nadie es perfecto y todos cometemos errores. Confiesa tu fallo al jefe, pero una vez ocurrido el error, pon todos los sentidos para buscar la solución. 
 5. “Tengo una idea” A los jefes les gusta que los empleados tengan iniciativa. Comparte con él tus ideas para contar siempre con su opinión al respecto. Puede que alguna las desestime pero valorará que hayas propuesto nuevos proyectos. 
 6. “He encontrado una forma más barata de hacerlo” Por muy duro que trabajes, a los jefes realmente les interesa que la empresa gane más dinero y que se reduzcan los costes. Puedes ganar muchos puntos positivos ayudando a la compañía a optimizar beneficios. 
 7. “Pondré todo mi empeño en que salga bien” Es importante que tu jefe note que te interesas por el bien de la empresa. Haz que sepa que te tomas las cosas en serio y que te esfuerzas para que las cosas salgan de la mejor manera posible.

4 nov 2019

Las lecciones de Aggretsuko. Vol. 1

Hola!

Con las ganas de escribir en el blog, pero sin muchas ideas sobre qué escribir, me animo a contarles las lecciones que he encontrado en una serie animada japonesa que se transmite por Netflix llamada Aggretsuko.

Si no sabes de qué va Aggretsuko, te paso el link al Wikipedia y, obviamente, puedes usar Netflix para ver tú mismo la serie. Son 2 temporadas de 9 o 10 capítulos cada una y ha quedado pendiente un tema importante en la vida de Retsuko, por lo que los fans estamos más que interesados en que se estrene la tercera temporada.

Para comenzar, la primera lección de Aggretsuko que yo he podido percibir es esa extraña idea de que el trabajo (común y corporativo) se toma como una de las metas en la vida. Para los que estudiamos más de 4 años una carrera, probablemente así lo sea, pero nunca, NUNCA, debe ser la única meta o el final del camino pactado que llamamos destino.

Retsuko entra a trabajar a los 20 años al área de contabilidad de una empresa comercial. Con todo el ánimo y esperanza que le da la juventud; sin embargo, han pasado 5 años y descubre que solo vive una gran rutina que nunca la llena. Como toda historia, Retsuko empieza a vivir algunos quiebres en su vida que le dan a la historia la chispa y que a la vez nos vemos identificados.

LECCIÓN 1: Tu vida no es (nada más que) tu trabajo.
LECCIÓN 2: La rutina laboral no es buena (mata el alma y la envenena... jaja)

Post cortitos, para que no se me duerman!


5 sept 2019

Vómito Narrativo Vol. 3

Érase una vez...
María Lopez (36) había dejado su trabajo corporativo por un semestre sabático de meditación en la India y luego de eso, un proyecto comercial que le permitiera subsistir y tomar descansos o manejar sus tiempos. La vida no me dará más: Tengo una casa, un perro y 2 gatos, no voy a tener hijos ni pareja, no tengo gastos importantes, terminé de pagar los préstamos educativos el año pasado. Me dedicaré al negocio de la lencería al por mayor y menor. Compraré un puesto en un mercado grande y eso es todo. Quizás, en unos 3 años sí necesite de un auto, pero uno de segunda bastaría.

María vivía con su padre ya mayor y su madre había fallecido hace 5 años. El trabajo de María le había absorbido tanto la vida que ni tuvo tiempo de estar de la mano con su mamá cuando agonizaba en la clínica. Su papá (78), que a pesar de su buen porte y vitalidad, había envejecido unos 15 años en solo 5.

Ya en la India, María descubrió la paz que siempre estuvo buscando, pero temió que en Lima no pudiera mantener el mismo estado.

28 ago 2019

El vómito narrativo. Vol. 2

Me ha entrado la ansiedad por saber qué tipo de chamba tendré después de ésta. Uno no puede controlar el futuro y casi nunca he querido hacerlo, pero también también estoy consciente que ya no soy un adulto joven (menos de 35) y que las posibilidades de recolocarse laboralmente se hacen más difíciles. Conozco gente que casi siempre te ayuda a que sepas cuando y dónde aparecen las oportunidades, pero ¿Y si no los conociera? 

Otro tema, no menos importantes, es saber las funciones que voy a realizar en ese trabajo y es justo eso en lo que quiero enfocarme en este escrito: Qué habilidades nuevas necesito para mi siguiente trabajo? Por dónde va el camino académico que debo seguir? algunas ideas sueltas que me persiguen hace más de un par de años:

Debería estudiar un sistema de gestión de Bibliotecas, tipo Koha?
O debería estudiar temas relacionados a la TI o a la Big data?
Qué hay con la gestión del conocimiento, debo insistir en eso?
Debería aprender algo de diseño?
Lo dejo todo y estudio Gestion/periodismo deportivo?
Ahora hay un tema nuevo... Creación de Valor... de qué va exactamente y... puedo hacerlo yo?
De qué va a ir mi maestría? maestría en qué? en dónde? Me va a alcanzar?

Y bueno, estoy  en eso. Entre un de tin marin y una estructura cuadriculada en base a todas las funciones que he hecho en mi experiencia laboral. Luego recuerdo que para estudiar necesito un excedente de dinero luego que realizo todos mis deberes mes a mes... y se me pasa.

 Es como un loop, un gran círculo vicioso.

26 ago 2019

El vómito Narrativo. Vol. 1

No sabía sobre qué escribir en el momento que tipeaba estas líneas. Sigo sin saberlo. El hecho es que para poder volverse escritor o guionista, deberías poder tener la capacidad de escribir en cualquier momento o lugar, con una premisa o no, ideas sueltas, incoherentes, o todo un párrafo estructurado de tu próxima obra. Durante la primera clase del Taller de Guión lo hicimos por 10 minutos. Aquí voy a hacer la prueba en 5, veamos qué sale.

Hoy desperté a las 4:32 am. A pesar de haber puesto mi alarma a las 5:12, no me desperté con ella. Pero sentí que si trataba de dormir más, ya no iba a despertar para salir a jugar tenis. He conseguido que los lunes a las 6:00 a.m. practique conmigo un amigo colombiano que solía jugar los torneos con nosotros y casi todos los ganaba. Yo no le represento ningún reto en el tenis, pero aún así quiere jugar los lunes conmigo. Yo encantada. Debería poder sacar provecho de la práctica.

Vuelvo a la casa 7:30 am. saco a Candy a mear y cagar y regresamos al toque para poder bañarme. Me baño, cambio y a las 8:34 estoy casi lista para salir al trabajo. Debo haber salido 8:41 así que toca tomar colectivo. Cruzar la JP puede tomar más de 3 minutos debido al semáfono. 8:55 todavía seguía en Petit Thouars con JP.

Marco la entrada 9:02. Nada mal. Subí al ascensor con la abogada favorita, traía un terno blanco. CÓMO MIERDA SE MANTIENE UN SASTRE BLANCO, es lo único que recorre mi mente.

Me siento frente a la laptop. LPTM, tengo sueño. No se me quita con el primer café del día. Sigo somnolienta. Voy al baño a lavarme la cara. Nada. Puto sueño. Me rindo y compro una CocaCola, sospecho que unas de éstas en la mañana me va a matar un día. No importa, sigo con sueño.

Pasado las 11 nos traen la fruta: una pera aún verde. Lástima, la única fuente de azúcar no tan dañina del día es incomible hoy. Ok, ya me puedo morir? .

Apenas es mediodía. Pero ya se acabó el tiempo de seguir escribiendo.

27 dic 2018

Percepciones de Navidad

Este post se trata sobre la percepción que tenemos de Navidad: antes era mejor o lo es ahora?

En las empresas era un gran esfuerzo hasta hace unos años, armar su propia canasta y prepararla para cada uno de sus empleados. Recibir esa tina con celofán hacía tan feliz a las personas, que incluso nos olvidábamos lo incómodo que era trasladarlo si no poseías tu propio carro. Actualmente, los supermercados y otros proveedores se encargan de preparar canastas (en cajas más llevaderas) para entregar por igual a sus empleados. Dependiendo de la capacidad de la empresa, la caja contenía lo básico (panetón, champagne y chocolate de taza) o contenía mucho más elementos como golosinas, duraznos en lata, víveres, etc.

En mi chamba, la practicidad es la consigna. No nos entregaron canasta, ni caja, ni un vale de alimentos: nos depositaron dinero. Un dinero del cual podríamos disponer para lo que queramos, incluso si fuera para pagar una deuda.

Del lado del que recibe, nos parece que esta es la mejor forma. Nosotros elegimos, no tenemos que cargar nada, no tenemos bultos que llevar; sin embargo, existe la percepción que la Navidad ya no es como antes, ya no es mejor. Y es que cuando la gente recibía en especias (víveres, panetón) suele compartirlos con otras personas, pero si es dinero, lo más probable es que no lo comparta con alguien fuera de su familia.

El otro día nos encontramos con el señor que lava carros en el edificio. Su percepción era que la navidad no había mejorado para él porque, en otros años, la gente para la que él trabajaba limpiando sus autos, le regalaba un panetón, o algo de su canasta. Sumando detalle a detalle, el propio lavador de autos conseguía un extra por su trabajo en Navidad y podía compartirlo con su familia. Hoy por hoy, eso ya no sucedía.

Siempre hay dos lados de cada situación, en especial en el tema de la percepción de un bienestar. El señor lava carros seguirá creyendo que las navidades no han mejorado porque él ya no recibe lo que recibía antes. Y para otros, la situación solo ha cambiado y a veces, hasta mejorado.

17 dic 2018

Trabajo para Biblios. Parte dos: Qué hacemos en bibliotecas?

En el post anterior comenté dónde trabajamos los biblios, hoy les explicaré qué actividades hacemos los bibliotecólogos según el tipo de Unidad de Información en la que laboramos.

Había un grupo grande de biblios que trabajan en Bibliotecas Universitarias, y partiré desde este caso, para indicar qué actividades podríamos realizar: Lo más conocido que hace un bibliouniversitario es atender de cara al usuario. Esto quiere decir, hace trabajo "bibliotecario", te entrega el libro que solicitaste a través del buscador y te lo recibe una vez que terminas de consultarlo. Y uno dirá: "Para eso se estudia?, para entregar libros?". Pues sí, la atención al usuario (o comercialmente llamado atención al cliente) es un proceso importante y necesario. Nos hace desarrollar habilidades interpersonales alucinantes, nos enseña empatía y casi casi telepatía, porque sino cómo creen que terminamos dándoles el libro rojo y grueso que solicitaron la semana pasada?

En la biblioteca universitaria también hacemos otras actividades, como los procesos técnicos. Cómo creen que en ese catálogo que tiene tu biblioteca pueden aparecer 30 libros sobre administración, y de esos treinta, 25 también son de economía, 4 de ellos escritos por el mismo autor?. Creen que pasamos el lector de barras del libro y automáticamente se ingresa todos los datos al catálogo?. No. Eso lo hacemos nosotros: tenemos que describir todos los aspectos del libro para crear una base de datos, colocar las palabras controladas por las cuales probablemente los vas a buscar y a veces hasta debemos hacer pequeños resúmenes de los libros para que no te sientas mal cuando el libro que sacas, no era lo que precisamente estabas buscando.

A veces tienes usuarios que simplemente no saben lo que están buscando. Un catálogo no les sirve para nada. Entonces, tú eres su Google. A esta actividad le llamamos "Referencia". Un biblio referencista termina por darte una serie de fuentes de información (no solo libros) sobre el tema del que quieres realizar una investigación. Lo practicamos con alumnos tanto como los profesores. Gracias a nosotros (estoy exagerando), el docente tiene con qué complementar su sílabus de curso.   

Adicionalmente, nos especializamos en inventarios y estadísticas... y es que, aunque proclamemos que el usuario es lo más importante para nosotros, nos pagan también por cuidar los libros. No podemos hacer que la Universidad se arrepienta en invertir en libros y en bases de datos a texto completo (léase libros y artículos completos en PDF) cada vez más actualizados y especializados si nota que éstos se pierden o no se consultan.

Terminando con las actividades en una biblioteca universitaria, se encuentra el aspecto de la gestión: saber cómo va a funcionar nuestra biblioteca, qué presupuesto va a requerir, qué bibliografía tendrá prioridad, cuánto personal vamos a necesitar, qué eventos vamos a realizar en el año (lúdicas, ambientales, conferencias, actividades deportivas, ferias de libros, concursos, etc). Así es que algunos biblios terminamos por especializarnos como administradores y organizadores de eventos.

Cambiando el lugar de trabajo, por ejemplo, en las bibliotecas escolares o bibliotecas públicas, se repiten todas las actividades antes descritas, pero en vez que la realicen un grupo de 10 o 15 profesionales, lo hace un solo bibliotecólogo.... y si tiene suerte, con algunos practicantes de la carrera o con trabajadores nombrados del Estado que terminaron su carrera laboral en la biblioteca de la institución.

Como ya se me hizo largo el post, en el siguiente seguiré contando las actividades que realizamos en Archivos o Centros de Documentación y otros casos menos frecuentes.

13 dic 2018

Trabajo para Biblios. Parte uno: Dónde?

Cuando le digo a la gente que soy Bibliotecaria o Bibliotecóloga, lo primero que les viene a la mente es que soy alguien que ha leído muchos libros. He leído algunos, sí, pero mi flojeritis me cambió por una persona que cultiva el tsundoku y mi colección de libros sería mucho más inmensa si no hubiera estado en crisis financiera. Dos veces vendí libros en lote  al "Comprador de Libros a domicilio" y por Facebook vendí un libro a un hombre de unos 50s que parecía que quería salir conmigo, pero conseguí que primero me compre el libro y mi desinterés y aburrimiento hicieron el resto. (O sea, ni insistió para salir).

Luego piensan que trabajo en una biblioteca. Ok, eso es lógico, pero los Biblios (así nos autodenominamos) podemos trabajar en tanto... en tantas ramas afines y algunas no tan afines, les cuento:

Hay de los que trabajan en el fomento a la lectura, como mi amiga Sandra Linares, que a través de una pequeña librería infantil andante, también se especializa en cuentacuentos y hasta ha formado una red de bibliotecarios escolares en Arequipa.

Siguiendo con el tema de la lectura, hay biblios que se vuelven escritores. Terminan contando experiencias o tratan de hacer libros para la carrera (vergüenza ajena por esos escritores biblios que plagearon) o algunas, como Paola Padilla, se especializa en literatura infantil. Notable por dónde se le mire.

No tan lejos de la labor del fomento a la lectura se encuentran los Biblios que trabajan en bibliotecas escolares. Muchos de estos profesionales terminan volviéndose docentes (llevan la carrera y todo), complementan sus profesiones, hasta sacan otros grados en educación (Mg, Phd). Tengo, por ejemplo a unas amigas en el colegio de la Presidencia, y tienen que viajar de Comas a Chosica todos los días.

Hay de los que trabajan en bibliotecas municipales: éstos son los más guerrerazos. No solo tienen que luchar con la precariedad en presupuesto que implica trabajar para una entidad del Estado, sino que muchas veces no se tienen ni las mínimas condiciones para existir como local de biblioteca. Oh sí, siempre "la biblioteca es un elemento importante para la cultura dentro de una ciudad", pero a la hora de la hora, ninguna autoridad realiza acciones notables para mejorar las bibliotecas. Hay algunos estímulos legales que brindan algo de presupuesto a las bibliotecas; entonces, ahí entra las capacidades de gestión de los Biblios, como mi amigo Sandro Tucto, en la Biblioteca Pública del Callao.

Luego están los biblios más académicos, aquellos que trabajan en Universidades. Aquí tengo un montón de amigos: Juan Diego en la PUCP, Milagros en la Usil, Abraham en la Villarreal, Jimmy y otros en la UPC, Ann Juliett y Ricardo en la UPN... y muchos más. La mayoría de ellos trabajan en equipos con otros biblios. Algunos de ellos ya ocupan puestos de coordinadores o Jefes, como el caso de Roxana en la UCAL.

Rara vez, pero no digo que no pase porque se nos necesita, los Biblios tenemos que mudarnos fuera de Lima para trabajar en provincias ya sean en Bibliotecas universitarias u otro tipo de biblioteca. Tengo una conocida, cuyo nombre ya olvidé en la Universidad Continental y la pasa más en Huancayo que aquí; o como mi amiga Brenda que se fue a vivir por varios años a Trujillo trabajando para la UPN. Tengo entendido que un amigo estuvo en una universidad en la selva, pero su caso es curioso porque se puso estudiar contabilidad y ya se tituló.

Las ciencias de la información no solo son bibliotecas, sino también archivos o centros de documentación. En el caso de Archivos, tenemos competencia con los propios archiveros de la ENA (Escuela Nacional de Archivos) o la reciente Sedes Sapientiae que tiene la carrera de Gestión documental. Muchos de los amigos ya mencionados antes trabajaron en un archivo. Un caso particular es una amiga Elena, que trabajó para JJC en su Archivo por casi 9 años, ella prácticamente lo organizó desde cero.

Cuando hablamos de centros de documentación, solemos referirnos a una especie de híbrido entre biblioteca y archivo técnico. La documentación que debe gestionar este centro, debe ser la propia generada en la organización y suele ser estos centros en los que yo me he especializado. Primero en Proinversión, luego en Cosapi, en Indeci, en JJC y ahora en mi nueva chamba.

Ya he escrito mucho sobre DÓNDE podemos trabajar, en el siguiente post, les contaré en QUÉ actividades podemos desarrollarnos.




10 dic 2018

A dos semanas de Navidad

Quiero aprovechar los minutos que me quedan para escribir en el blog. Y ya que se acerca la navidad, sería bueno escribir sobre ella. Lo primero que se me ocurre preguntarme es ¿Por qué me gusta la Navidad?

No entiendo qué me gusta de la Navidad. Dado a mi naturaleza egoísta y materialista, debería decir que es por los regalos. Pero me ha ido muy mal en ellos: cuando era niña hice EL BERRINCHE cuando mi prima mayor recibió una peloncita tamaño natural, mientras yo recibí una miniatura. Además, ya de vieja, no ha habido regalo alguno que me haya gustado de los intercambios o de los amigos secretos como para hacer que esta época del año valga la pena (pero sí hubieron algunos muy útiles!)

Tampoco creo que sea por el tiempo de familia. He crecido con familia de comerciantes y las fiestas solo significaba más trabajo. los 24 llegábamos a las 11 de la noche, a duras penas para bañarnos y decirnos "Feliz Navidad", cenar y dormir. ahí se acabó todo. Ni que decir el 25, ese día también se trabajaba.

Creo que a pesar de las dos anteriores razones, valoré siempre que los que vivíamos en la casa, la pasábamos juntos la noche buena. Y, algunas veces, invitábamos otras familias completas.

No sé cómo será este año.Si mi hermano querrá pasarlo conmigo o en Huaral. O si mi tía renunciará al pavo porque cada vez somos menos personas y resulta un desperdicio de comida. Ya no habrá niños, salvo inviten al menor de mis primos y tampoco es que sea muy pequeño, ya tiene 12.

Faltan 2 semanas para Navidad. Y lo mejor es... que el 24 es un lunes. Al menos un lunes menos que ir a trabajar!




8 jun 2016

Vamos, Keiko, vamos... A DÓNDE???

Está terminando, una vez más, un capitulo de "Elecciones presidenciales peruanas". Este episodio de nuestra historia como país, casi siempre ha tenido una segunda parte, o mejor dicho, una segunda vuelta. En esta ocasión, los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta fueron Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski (WOOHOO! ya aprendí a escribir su apellido!).

Todo indica que cuando la ONPE, encargada del conteo de votos, termine su trabajo al 100% tendremos un Presidente de 77 años (del cual rogamos que no se nos vaya en pleno gobierno), con harta experiencia laboral (la envidia de los economistas) y que tiene muchas ideas claras para la mejora del país (se me nota que voté por él?).

Del otro lado queda rezagada, por segunda vez de forma consecutiva, la que podría haber sido la primera Presidente mujer del Perú, representante -querramos o no- de un partido (con todas sus letras) que está presente en el colectivo y en las mentes de los ciudadanos que viven en los pueblos más alejados del país.

Hay que admitir, que más que votantes convencidos de PPK, se ha tenido votantes antifujimoristas. Ya sea porque algunos recuerdan y tienen muy presente todos los cargos y crímenes cometidos por el padre, Alberto Fujimori, desde la corrupción hasta el robo, pasando por esterilizaciones forzadas y matanzas excusadas tras la bandera de la búsqueda de la paz y el fin del terrorismo. Pero también de aquellos, que aunque podrían no recordar (o no haber vivido) la década del 90, recuerdan muy bien el accionar de los congresistas fujimoristas y de la propia Keiko Fujimori.

No puedo juzgar a nadie por su voto. La verdad es que considero que, dependiendo de tus prioridades y de lo que beneficia a tu familia habrás emitido tu voto, quizás estás consciente que siempre habrá corrupción (no hay perfección) siempre existirá malos elementos, siempre robarán ("roba pero hace obras") pero te importa que no deje de haber trabajo (y bien remunerado, claro está), que no se elimine la minería (si dependes de ella)  o que sí se elimine (si te afecta).

Todavía, como ciudadanos, no creamos una consciencia a beneficio de una sociedad un poco más justa, un poco más equilibrada, con valores en común y que concordemos que cuando se trasgreden esos valores, habrá consecuencias. Porque algunas veces, especialmente con lo que a la ley (crímenes) se refiere, las cosas sí pueden ser blanco y negro, pero para otras -generalmente cuestiones sociales que afecten poblaciones- existirá una escala de grises, acuerdos a los que nos someteremos buscando que el beneficio de la mayoría se alcance.

No sabemos lo que va a pasar con un Poder Legislativo fujimorista, qué tanta presión e influencia pueden ejercer para no dejar que el Plan del Ejecutivo (el Presidente y su equipo) se lleve a cabo y cómo se va a desenvolver un Poder Judicial ante tanta inseguridad (te matan por un celular) o ante tanto permisismo de las denuncias de corrupción dentro del propio Estado. Sin embargo creo que mientras más nos informemos, seamos más críticos y, quien sabe, hasta más participativos, no puede haber retroceso, sino crecimiento.


Bucket List

 A veces parece que las cosas se dan porque se está acabando el tiempo. Sin querer, todo se alinea.