Moriré en abril...

[Escrito entre el 07/04/08 y el 10/04/08. Publicado el 24/04/08]

Moriré en abril
en una fría noche de verano...


Bah!!!.. hay verano en abril?
Al menos en Perú NO! (cambios climáticos provocados por el hombre no cuentan jeje)

Sin embargo, la frase me resultaba, "comercialmente" hablando, muy buena para el comienzo de un poema nostálgico. (Cualquier parecido a otro poema no es mera coincidencia... lo que sucede es que no recuerdo cuál)

Viendo el calendario del 2008 con mis compañeras de trabajo, nos dimos cuenta que el mes de abril sería el más pesado: no había feriados largos!!!. ES decir, tendríamos que trabajarlo todo... que pesado! No obstante, no sabía que abril resultaría ser mi tormento.

Vayamos por partes, como dice Jack, el destripador (me encanta esa frase jiji). Si mal no recuerdo, la última semana de marzo recibí un masaje por parte de un amigo. Luego de varios días empecé a sentir un dolor en la espalda. Dudaba a que fuera por eso, pero el dolor se volvió constante especialmente por las tardes luego del almuerzo, por lo que lo atribuí a mi comida: o estaba comiendo de más, o era comida muy grasosa. Lo extraño era que me dolía el lado derecho, hasta donde sé los órganos como el hígado están para el lado izquierdo. Por un momento llegué a pensar que era mi pulmón! quizás lo estaba aplastando alguna de mis costillas!... todo esto porque el malestar era tanto que debía ponerme de pie de rato en rato.

El viernes 4 de abril quedé con otro amigo para encontrarnos, junto con otros patas de la universidad, en un conocido restaurant al paso.. jeje... aquí va el cherry: el "Qué Rico!". Como yo ya me sentía mal, fui de frente al lugar y me pedí un sopa para ir esperándolos. Apenas llegó mi pata me dió los DVDs que le había prestado y me retiré del lugar. Era tarde, me sentía mal y no quería arruinar la conversa. Al día siguiente fui al endocrinólogo para los resultados de mis exámenes hormonales y desafortunadamente mi doctor no iba a ir ese día. Era la tarde y el dolor de espalda empezó a asomarse... - voy al doctor de medicina general? - me dije. Entré por 30 minutos a una cabina con la esperanza de encontrar algún amigo con quien conversar y encontré a mi amiga de colegio y a mi prima, quienes me recomendaron que de todas formas fuera al doc por mi dolor. Saqué la cita y esperé. Me tocó una doctora que atribuyó mi malestar a mi sobrepeso (para variar!) y me mandó unas pastilas para la digestión, otras para el dolor, la dieta y la recomendación de hacer ejercicios.

El diagnóstico de la doctora no me convencía del todo y creo que ella lo notó, por lo que me mandó una radiografía para descartar cualquier aspecto óseo o pulmonar. Y en efecto, no tenía nada pero ya en ese entonces yo parecía un poco hipocondríaca.

El lunes 7 de abril decido ir de nuevo al doctor. Quería que ya me diera mi tratamiento y que me explicara los resultados de los exámenes. Una vez que estuve frente a frente con él, me explicó mi problema: hiperinsulinemia. Es decir, mi nivel de insulina estaba un poco por encima del rango adecuado. Esto hacía que por más que estuviera a dieta, no podía bajar de peso (Con razón mis tratamientos con Herbalife no habían dado resultado!). Entonces me dijo que esto se trataba a tres niveles:

1. Medicación: una pastilla diaria por 15 días que ayuda a bajar el nivel de insulina en la sangre. Y otra pastilla para perder peso en personas obesas que no pueden perder kilos sólo con dieta y ejercicios. Ya se me consideraba obesa por estar en los 80 kilos cuando sólo mido 1.61 m.

2. Dieta: Mi dieta consiste en restringirme azúcares y carbohidratos. De la larga lista de alimentos prohibidos por mi doctor (entre harinas, tubérculos, menestras, dulces e incluso frutas) sólo avisoraban como amigos de mi alimentación al pequeño animal del mar: el pescado (pescado porque lo como muerto) además de algunas frutas y verduras. Pensé que iba a sacarle la vuelta a mi régimen, pero casi todos los días como pescado y verduras (aunque luego explicaré mi mayor problema)

3. Ejercicios: Era imperativo que realizara actividad física constante. Momentos antes de haber ido al consultorio, había ido al Gold's Gym de Las Begonias (mona yo!) y me tragué todo el rollo con el que me convencieron para iniciar una membresía de tres meses. Me dolió pagarlo (y me seguirá doliendo) pero creo que representaba un cambio importante a mi estilo de vida.


¿"Estar bien" significa sentirse mal?
La pastillas las compré y comencé mi dieta. Sin haberlo percatado días antes ya estaba sufriendo de cierto nivel de constipación (busquen el significado!) y creo que mi dieta, la dieta de puras verduras, frutas y pescado, la estaba empeorando... es extraño pero cierto. Me sentía mal y con dolores de cabeza, con naúseas. Por momentos he pensado que me estoy sientiendo como lo hace un adicto en el sistema de rehabilitación: se siente horrible porque se está desintoxicando y su cuerpo siente que no lo puede aguantar.

El Gym no ayudó mucho, al menos no hasta ahora. El lunes 14 cumplía una semana de la dieta y era el único día de la semana recomendado por mi doctor para pesarme (así uno no se obsesiona). Los nutricionistas del Gym lo hicieron por mí: 77.6 kilos. Más de 2 kilos en una semana?? no le atribuí mucha veracidad a la diferencia, puesto que la balanza del doctor era un poco más arcaica y por ahí que no era tan exacta. Una nutricionista me empezó a hablar muy dulcemente, era un ángel, lo que no sabía era que no lo hacía gratis: al final me ofreció los planes nutricionales personalizados de uno, dos y tres meses, con sus precios respectivos. Crudamente debo afirmar que TODO ES PLATA EN ESTA VIDA!!! y, a pesar que soy fácil de convencer, tuve que negarme a los paquetes promocionales de nutrición... claro, la simple razón es que ya no tengo dinero.


1...2...1...2... uff! ya me cansé
Me derivaron a un entrenador que iba a recomendarme la rutina. Se llama Dante y mientras me puso a caminar en la faja (o como se llame)me empezó a hablar y hablar, le puse poca atención porque estaba mucho más emocionada de estar sobre semejante máquina, que era lo que yo buscaba, y además porque no traía los lentes puestos (no creo que se usen en el Gym)y al no usarlos no miro a la gente porque igual no la puedo ver con claridad.

Luego de la caminata, siguió otra máquina que parecía bicicleta. Pedaleando me dejó mi entrenador; 1 vez que había terminado esa rutina, lo perdí de vista y ya no quise hallarlo (igual no lo iba a ver). Entonces me metí a la sala de steps, en donde estaban ejerciendo la clase de taebo. Curioso, pero me puse a hacerlo y no era tan díficil como creía; sin embargo, y para mi dolor, sacamos luego las colchonetas y nos empezó a mandar ejercicios que no hacía desde que estaba en secundaria: que la pierna por aquí, que el abdominal, etc. Yo me la pasé casi todo el tiempo echada, ya no daba más.

Ese día, mi primer día de Gym, al salir de allí me empezó a doler la cabeza horriblemente. Incluso lo pregunté en el Yahoo Respuestas! (Hacer click aqui). Al parecer es normal, mucho ejercicio quizás. El día martes la pasé aparentemente normal, pero por las dudas de tomé un Dulcolax. El miércoles la pasé sin mucho problema hasta que fue al Gym (otra vez) quizás exageré un poco en las máquinas... luego de la sesión empezaron mis nauseas, que estuvieron presentes todo el jueves (ese día fue el peor!). Mientras escribía los párrafos de arriba era el día jueves y lo hacía a duras penas para distraerme en algo. Por la noche llegué corriendo al baño para tratar de vomitar y no lo logré. Los músculos me dolían.

Hoy es viernes, y no amanecí del todo bien. Vomité agua sin mucho aspaviento en el carro (estaba preparada para lo peor). Comí un triple integral como a las 11 am., no podía estár más sin comer y creo q eso ayudó. Como dice Juan Diego, "las grasas se vengan, no puedes alejarte mucho de ellas", quizás sea muy cierto!!

Para el sábado volví donde el médico, el cual me dijo que mi tratamiento bien podría producirme gastritis (pequeño detalle que olvidó mencionarme)y me mandó más medicina. MI único alimento ese fin de semana fue el superconocido caldo de pechuga de pollo, le he agarrado un poco de asco al pescado (pobre, no creo que tenga la culpa). Tengo, desde el miércoles, la sensación de un nudo en la garganta... descarto la mayoría de veces que se deba a materia "flemar" (si no existe el término, lo acabo de inventar) porque no tengo nada de resfrío. Ya de por sí mi digestión no volverá a ser igual. Vivo con ese nudo en la garganta, no sé hasta cuando.

El domingo por la tarde, como por arte de magia me sentí casi igual a antes de todo el tratamiento. Escuché y bailé música en casa e hice mis deberes (lavar mi ropa), quizás pasó algo que me ayudó, como decía Rafael "algún tema personal también te produce malestar"... ese día fui a visitar a mi tía y a mis primas, verlas quizás me animó un poco.


Esa ha sido la peor semana de mi vida (que recuerde) no quiero janmás volverme a sentir mal... si no bajo lo que dicen que debo bajar, pues ni modo; lo más importante es bajar mi nivel de insulina. Señores, habemos gordos .. y sanitos!!!

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